EL SANCHISME QUE NOS ESTÁ MATANDO. REALITY SHOW.
![]() |
¡Cuidado con resbalarse! |
Antes de meternos en la harina de lo que está pasando en España, les invito a echar un vistazo a una serie de artículos que se publicaron en el blog de la Fundación Fíate poco antes, durante, y después del Golpe de Estado que inició la calamitosa etapa del sanchisme. [Nota: el término hace referencia a una forma de hacer política que se apoya en los restos de lo que fue La Prensa, que hoy es un laberinto de trampas y chismes. Contiene la referencia al actual presidente, por ser el representante más destacado, y, por tanto, de mayor bajeza, de esta lacra social; y, por supuesto, incluye también el eco de su instrumento de dominación, el más retorcido y más mortífero que haya existido jamás, y que es la bandera indiscutida de esta etapa, donde campea a sus anchas el Ambiguo, o Mentiroso... ¿lo pilláis, chiques?]
Si se quiere profundizar en los limos que trajeron estos lodos comparto el artículo que escribí de aquella tratando de sintetizar la gravedad de unos hechos que, por sí mismos, hablaban de una conspiración, y que se resumen en: "Anteayer se conoció el fallo, unas horas más tarde la Moción; ayer se nos pasó en blanco con la final de la Champions, y hoy nos despertamos con la cara de Núñez en las portadas de la cABCera. Impresentable." Lo dicho, comparto el enlace: EL GOLPE. Y ya, sin más, les dejo con Alexa:
- Son las veintidós horas, del dieciocho de diciembre de dos mil veintidós. Hola, soy Alexa. ¿Y tú?
Hola, soy Sara. Hola, qué tal, soy Moisés. Hola, soy Rubén. Yo Lucas. Y yo Fátima. Hola, mi nombre es Antonio. Y yo soy Luisa. Y yo Guiomar… (Aplausos).
-Pues bienvenidos todos. Estamos aquí para escucharos, a ver quiénes sois, qué hacéis, qué problemas tenéis, qué deseos, qué miedos; en fin, tenemos los oídos abiertos para vosotros. Empecemos. Sara, es tu turno.
- Gracias. Vivo en Madrid, y tengo un niño de dos años; estoy separada desde hace seis meses; y aunque el niño me da mucha alegría, a veces no puedo ni con mis huesos. No paro un segundo, el Estado me ayuda mucho, me ayudó sobre todo con lo de la separación; pero es que todo son gastos; y el dinero se va con una facilidad asombrosa; me cuesta llegar a fin de mes... a mi madre ya no le pido nada, porque esta con depresión y ya tiene bastante la pobre. Yo sólo le pido al Gobierno que haga las cosas lo mejor posible para que todo el mundo pueda tener su trabajo, su médico, escuelas y esas cosas.
- ¿Moisés? Tu turno…
- Gracias. Vivo en Alicante desde hace tres años, aunque soy de Soria. Me ofrecieron trabajo de programador en una empresa de conservas vegetales y lo acepté; estoy bastante bien, pero a mis veintinueve años empiezo a estar cansado de salir de copas y eso, y la casa, estando solo, se me viene encima. Antes me entretenían los videojuegos, pero ahora, después de ocho o nueve horas de pantallas, cuando llego a casa ya no me apetece ponerme con el ordenador. Me he apuntado a un gimnasio y de momento estoy contento. Tengo algunos amigos para quedar, y pienso estar unos años así, sin atarme a nadie, con rollitos y esas cosas, ya sabes. Y es lo que hay.
- Te toca a ti, Rubén.
- Vale, gracias. Me he jubilado hace cinco meses, después de cuarenta trabajando de guardia de seguridad. Tengo cinco nietos, el mayor de siete años, y mi mujer está con pocas ganas de hacer nada, así que tenemos el tema familiar muy tocado; porque los hijos discuten entre ellos a menudo y es un jaleo intentar juntarlos. Y yo me veo liado con mil cosas que van surgiendo; porque la casa donde vivimos ya va teniendo años… y luego opinan todos, pero arriman poco el hombro… y uno, que ya tiene experiencia, no sabe qué decir cuando ves que van a lo suyo y piensan más en sus hijos que en sus padres… Es normal, yo también lo hacía, pero ahora me toca a mí, y es duro. A Sánchez yo le diría que no sea tan blando con los duros de Europa y tan duro con los pobres de España, eso le diría.
- Yo soy Lucas, y estoy de acuerdo con esto último que ha dicho Rubén. Yo estoy en el paro desde hace cuatro años. Soy técnico de grado medio en montajes, y antes estaba siempre viajando, por España y fuera de España. Pero hace cuatro años, mi madre, que quedó viuda por un accidente laboral de mi padre, tuvo un desprendimiento de retina y tuve que quedarme con ella para que se pudiera operar, y la cosa se complicó porque hubo que volver a operar y esperar bastante hasta que se estabilizara y se pudiera saber si iba a poder recuperar la vista de ese ojo, que al final no fue posible, y entre unas cosas y otras pasaron casi catorce meses. Y la empresa entretanto empezó a flaquear y ya no quisieron contratarme y no encuentro nada que no me obligue a largas y frecuentes ausencias. He tenido una novia belga y he intentado formar una familia, pero ella no se quedaba embarazada, y yo estaba dividido con lo de mi madre, que me necesitaba, y la chica, y al final lo fuimos dejando. Y de ese tema ahora estoy descansando, porque tengo treinta y tres años, y aún soy joven. Vivo con mi madre, y tenemos que apañarnos con la pensión que le quedó de mi padre. Y me preocupa el tema político porque no veo ninguna claridad; me parece que van a lo suyo, y estoy pensando en no votar más.
- Y tú eres… Fátima, ¿verdad?
- Sí, holaquetal. Bueno, vivo en Aranjuez desde hace trece años, y antes vivía en Antequera. Soy bibliotecaria en la Universidad de Alcalá, y es como un sueño… Cuando estudiaba en el Instituto me gustaba salir con chicas de aquí, y vestir como ellas, y que no se me notara que no era española, pero mi gente no me dejaba, y lo pasé muy mal. Yo soñaba con hacer una carrera y ser independiente y hacer lo que me pareciera con mi vida… lo normal, ¿no? Pero, aunque empecé la carrera de derecho, no tenía en casa y en mi ambiente la ayuda necesaria, ni moral ni económica; y entonces me enteré de una FP de biblioteconomía y me apunté. Y luego me quedé impresionada porque había muchas chicas en la oposición que parecían mejor preparadas que yo, ¡pero me dieron la plaza a mí! Así que por esa parte bien. Pero tengo un problema… y es que a mí me gustan los chicos blancos, y yo tengo la piel muy morenita, y además no se puede esconder lo que uno es, y aunque no lo parezca, la mayoría de los chicos no se quieren comprometer cuando se enteran de que mi familia es magrebí. Eso me da pena, pero también veo que mi pueblo aquí está cada vez más fuerte, y bueno, tal vez los chicos blancos quieran luego estar conmigo, espero no ser demasiado vieja entonces.
- A ver, me parece que es el turno de Antonio.
- Sí… buenas. Hola, soy Antonio, buenas. Yo soy maestro en Carmona… bueno, era maestro, porque me he tenido que jubilar. Me costaba mucho dar clase. Yo soy maestro de música, y me gusta mucho enseñar mi asignatura; pero a los chicos les cuesta mucho estar callados, y para aprender música es muy importante el oído… y claro, yo les mandaba callar, pero no me obedecían; y me ponía muy nervioso que no me hicieran caso; lo de menos era que se rieran de mí… porque son niños y no saben lo que hacen; pero claro, los padres decían que no aprendían nada conmigo, y alguno fue a protestar a la Consejería; y entonces me dieron a elegir la opción de jubilarme. Y la verdad, con cuarenta y seis, y viendo que no iba a mejorar la cosa a corto plazo… Ahora tengo cincuenta… y todo el tiempo del mundo; aunque, la verdad, tampoco es que esté todo el día sin hacer nada… bueno, por temporadas, a veces me paso días sin salir de casa… Intento tener vida social, eso sí; aunque echo de menos… muchas cosas… sobre todo, sentirme bien. Ya sé que muchos quisieran estar como yo, pero eso no me consuela, será que soy diferente. Tengo que reconocer que el estar jubilado a mi edad me quita autoestima; y… bueno, los sicólogos saben mucho, pero a mí, personalmente, no me ayuda lo que me dicen, lo encuentro muy cansino, casi todo. En fin, a ver si encuentro el amor de mi vida, y me saca de todo esto…
- Y ahora va Luisa, y después, Guiomar.
- Tengo tres hijos, dos ya emancipados, y tengo a mi suegra conmigo en casa. Si os soy sincera, me repugna un poco la vida que llevo. Yo vivo en Valladolid, aunque nací en un pueblo, pero mi padre consiguió trabajo en la Renault y nos mudamos siendo yo pequeña. Tengo cincuenta y cinco años, y soy funcionaria en Hacienda. Pero ¡cómo ha cambiado el rollo del trabajo en poco tiempo! Aparte de que ahora tienes que ir con la moda en todo, porque si no te hacen la vida imposible, aparte de eso, la gente se ha vuelto de lo más falsa… todo son corrillos, peloteos, zancadillas y malos rollos. Yo, os digo la verdad, con esta historia de las mujeres al poder vivo de p…, perdón, pero es la verdad. Si quisiera, podía estar de jefa en un despacho, me bastaría con hacerme un poco la moderna y juntarme con el grupo de la secretaria en el café de las doce; pero ese politiqueo barato, para subir tú y que a los demás les den, me da asquete… ¡qué queréis que os diga! Toda esta panda de marisabidillas y chiquilicuatres que nos gobiernan me ponen del hígado: ¡a más de una la metía yo en mis zapatos una semana para que hablara con conocimiento de causa de lo que tiene que hacer una mujer que se precie de serlo de verdad! ¿O no, Guiomar?
- Pues la verdad es que sí. No te voy a decir eso de que todavía la mujer está discriminada en muchas cosas… Como dice mi hija, que tiene catorce años, si un hombre se va por ahí de picos pardos nadie se escandaliza, pero si se va una mujer la llaman de todo… En parte tiene razón… pero estoy contigo en que eso es simplificar las cosas, y que es el típico argumento populista. En realidad, todas sabemos que la mujer y el hombre tienen sus cosas propias, ni mejores ni peores, pero que a cada uno le sienta bien lo suyo… todo el mundo lo sabe… pero no se dice; en eso estoy contigo, en que hoy en día hay muchísima falsedad. Yo estoy harta de oír a muchas mujeres quejarse entre ellas de la vida ‘liberada’ que han conseguido. Bueno, la mayoría estaban casadas y se separaron al llegar a la cuarentena… y se han juntado o se han vuelto a casar, o han probado a estar juntas entre ellas… y al final vienen a quejarse con las que, como yo, no nos hemos casado, ni nos lo hemos montado de modernas para tener cargos… porque la mayoría es por lo que se meten en política… y luego se hartan y siguen ahí porque les da pánico ponerse a trabajar en lo de antes. Yo tuve ‘la suerte’ de quedar viuda recién casada, y ‘la suerte’ de no volverme a casar, con lo que me pude dedicar con lo mejor de mis energías a mi trabajo, y, al menos para mí misma, me ha venido bien, para sentirme útil, sincera, coherente… para estar en cierto modo tranquila, centrada... aunque reconozco que por estar sola he tenido también mis devaneos y me he hecho daño. Pero bueno, yo creo que todo el mundo comete errores y tiene penas, pero la vida tiene muchos aspectos y puedes compensar unos con otros. A mí, por ejemplo, me falta el amor fiel de una pareja, pero pongo amor en lo que hago, y la gente que lo recibe lo nota, y entonces tú también lo notas, ves que les ayuda tu trabajo… y al final te das cuenta de que lo que para ti era ‘tan importante para estar bien’, en realidad no lo era tanto. Hay cosas que podrían mejorarse a nivel social si se escuchara a la gente; pero lo de escuchar está imposible; y encima, si a los que rondamos sesenta, y tenemos un montón de experiencia, nos tapan la boca por ser ya mayores, entonces, apaga y vámonos…
- Muy bien, chicos, ya nos habéis contado un poco quiénes sois y cómo es vuestra vida… (Aplausos)
Vamos a empezar por esto que nos acaba de decir Guiomar; lo de que escuchar está muy complicado; y no solo escuchar, sino también entender, porque cada vez resulta más difícil hacerse con una idea cabal de las cosas. Pero yo ya no hablo más. Voy a hacer que pase nuestro invitado de hoy para que empecéis ya la ronda de preguntas. ¡Señoras y señores! Con todos Vds... ¡D. Pedro Sánchez Castejón...! (Aplausos)
-Gracias, Sr Presidente, por hacernos un hueco en su apretada agenda. Sabemos que siempre está la gente corriente en sus pensamientos, y por eso nos hemos atrevido a llamarle. Hoy los tiene muy cerca, para que ellos mismos le cuenten sus inquietudes, y Vd. les dirija unas palabras de aliento.
- Muchas gracias.
- Amigos, ya sabéis las normas; cualquiera puede empezar e intervenir. Sara, tú misma; antes nos decías lo que querías transmitirle a los políticos; así que, este es el momento, adelante.
- Pues que trabajo mucho, Sr. Presidente, que creo que no voy a poder seguir así mucho tiempo. ¡Y mi hijo sólo tiene dos años!... me pongo a temblar...
- Sara, te comprendo perfectamente. Y por eso dentro de unos días voy a anunciar un paquete de medidas para ayudar a las personas como tú a aligerar la carga de trabajo necesario para llenar la cesta de la compra; además, todas las leyes que estamos aprobando van dirigidas a que las mujeres jóvenes como tú paséis a ocupar el primer puesto en la sociedad, el puesto que se os ha negado durante siglos, el que os merecéis por vuestra enorme capacidad para organizar, sostener, y dinamizar la economía, y todo.
- También Rubén quería decirle algo.
- Sr. Presidente, toda la vida trabajando y ahora que me toca jubilarme tengo más penas que nunca. Porque no puedo dedicarme a mí mismo viendo que la vida de mis hijos y mis nietos está pendiente de un hilo; todos cuentan un montón de problemas... y así mi mujer, la pobre, está más que desanimada. Los dos tenemos achaques, y vienen los hijos a que les cuidemos; a ellos y a sus hijos. Y nos dan ganas de llorar... Sinceramente, yo he votado a su partido toda mi vida, pero no veo que hayamos avanzado mucho en los derechos de los trabajadores, la verdad.
- Rubén, para la gente como tú estamos poniendo en marcha una sociedad distinta, donde no haga falta que tú cuides a tus nietos, porque los cuidará el Estado. Tus achaques vas a poder tratarlos sin salir de casa, con un contacto directo con tu médico de cabecera, y en cuanto a tu casa, no vas a tener que preocuparte de su mantenimiento, porque las nuevas políticas de vivienda van a incorporar soluciones de leasing con opción a compra en modernos apartamentos de coliving, con derecho preferencial para pensionistas. ¡Ánimo, Rubén!
- Hola Sr. Presidente. Me llamo Fátima, soy marroquí y vivo en España desde los seis años. Sé que hace mucho por nosotros y le doy las gracias; sé que quiere facilitar que puedan venir más compatriotas míos, y que nos sintamos todos como en casa; y cada vez lo veo más cerca. Pero hay cosas que todavía no han cambiado, todavía muchas personas, y también jóvenes, nos hacen sentirnos diferentes...
- Sí, Fátima. Es un problema educativo serio. Yo estoy haciendo todo lo posible por erradicar todos esos comportamientos xenófobos, machistas, y violentos de la sociedad, y estamos avanzando mucho. Vamos a cambiar todas las leyes para que nadie pueda hacer daño a nadie. Y andamos muy cerca de conseguirlo.
- Hola, Pedro. Me llamo Antonio. Y a mí, lo que me gustaría pedirle es que Vd. y el resto de los políticos se pongan de acuerdo para hacer una sociedad más culta, porque hace mucho daño que la gente no tenga educación.
- Ese es un punto central, Antonio. Claro que sí, pero como tú bien dices, ese no es un tema que pueda resolver unilateralmente el gobierno. Mi partido ha hecho cinco leyes educativas, y cada vez que ha llegado la oposición al poder, las ha cambiado o ha metido reformas que nos volvían varias décadas para atrás. De todas formas, por momentos vemos que el diálogo con el PP se va asomando por el horizonte. Hay que confiar en los políticos, que queremos siempre lo mejor para el pueblo.
- Buenas tardes, Sr. Presidente. El trabajo sigue estando muy mal, llevo en el paro cuatro años y no veo que vayan a mejorar las cosas a corto plazo...
- Es verdad que la pandemia ha frenado la recuperación económica, pero en cuanto se despejen los obstáculos que han surgido como consecuencia de las injerencias de los conflictos bélicos en el entramado financiero internacional, empezarán a implementarse las reformas estructurales a cargo de los fondos NextGeneration y en muy poco tiempo se notará una estabilización del empleo y una recuperación paulatina y duradera. Estamos trabajando muy duro, en combinación con el resto de países de Europa, en temas de empleo, que es nuestra preocupación fundamental.
- Hola, Sr. Presidente, soy Luisa, de Valladolid. Soy funcionaria, veterana, y últimamente he visto deteriorarse mucho el clima laboral; en vez de una administración más transparente, nos estamos alejando de los ciudadanos, e incluso entre los propios funcionarios hay menos comunicación... ¿no se volverá contra nosotros esta política regulatoria?
- Gracias, Luisa, por tu pregunta. La administración, como todo el resto del país, ha experimentado en los últimos años una enorme modernización en sus estructuras y concepción del trabajo. Es normal una cierta extrañeza por los cambios que entraña este avance, pero también supone una posibilidad de abarcar a un mayor número de ciudadanos en la cobertura de seguridades que ofrece el Estado. Es cierto que la compartimentalización puede parecer un retroceso, y causar cierta monotonía, pero eso se tiene que ir viendo, y en cualquier caso está pensado que se compense con mejoras socio-laborales, de las que en la pandemia ya hemos adelantado una parte importante, introduciendo el tele-trabajo.
- Buenas tardes, Sr. Presidente. Mi nombre es Guiomar, y soy trabajadora autónoma desde el año 1989. Porque no me quedaba más remedio, he estado muy atenta a los avatares de la política, prácticamente desde que estrenamos la democracia. Aunque ha habido algunos vaivenes, casi todo el período de mi vida laboral he podido mantenerme a flote. Tan solo los últimos diez años me han parecido un ciclo diferente. Vino la crisis, y el consumo pegó un bajón. Inmediatamente después se endurecieron para nosotros las condiciones laborales: fiscales, administrativas, asistenciales, de tipo social, etc. Muchos negocios cerraron, y esta tendencia no ha cesado, sino al contrario. Se nos decía que éramos imprescindibles, que representábamos el 80% del PIB; y de repente, nos encontramos con que han cerrado, más o menos, el 80% de las empresas. El anterior gobierno impuso duros recortes asumiendo un desgaste electoral importante; pero pronto se vio que aquella austeridad era sanadora; y tres o cuatro años después empezó a reactivarse el mercado. A pesar de que criticaban a Rajoy, lo cierto es que con su mandato recuperamos la seguridad. Entonces vino Vd. a ocupar su puesto, y cuatro años después España está viviendo de los trozos de pan que nos echan los amos. No hay creación de empleo, no hay tejido económico sano, no hay producción competitiva, no hay empleo de calidad, ni clase media robusta ; hay, en cambio, muchísimas subvenciones, muchísimo dinero B saliendo de mansiones de lujo, muchas pensiones repartiéndose como el pan del milagro, y un presente y un futuro muy negro para los jóvenes. Todo esto es preocupante, pero lo más preocupante de todo es que la gente no tiene forma de entenderse porque vivimos en el caos. Vd., Sr. Presidente, tuvo palabras muy duras para la oposición cuando un juez afín a su partido lanzó la piedra que terminó descabezando a la nación. Hizo creer al país que lo primero en un político era el respeto al bien común, y acto seguido pactó con políticos que desprecian ese interés común. Y fueron éstos los que le invistieron a Vd. presidente. Pero toda su legislatura ha sido la prueba de que, no sólo no se rodea de personas honorables, sino que le trae sin cuidado que la gente opine mal de Vd. El Congreso aprobó este viernes, por orden suya, unas normas que contradicen aquel discurso que le aupó a la presidencia en la moción de censura; porque gracias a esa ley, Vd. va a lavarle la cara a políticos corruptos y delincuentes; pero lo que es más grave es que Vd. mismo delinquió cuando, en el ejercicio de su cargo, despreció la propia ley en una coyuntura tan grave como el riesgo de muerte de la población. Cae por su propio peso que en un Estado de Alarma la autoridad tiene que concentrarse en un poder único y central, para que la acción de protección civil esté totalmente coordinada. Vd. afrentó a España al dictar un Decreto inconstitucional que repartía esa autoridad centralizada entre los distintos presidentes autonómicos; mostró un absoluto desprecio por la seguridad y la convivencia entre los españoles. Por si esto fuera poco, su acción se está mostrando perversa, pues de ella se están derivando, en cascada, gravísimas consecuencias para el futuro de la nación: suscitó el mutis de su Vicepresidente, que fue una cirugía in-extremis para el rostro de su gobierno, deforme por el mal que provocó al país, y que ahora ya luce más favorecido; también propició una reconfiguración de la oposición mediante la disolución ilícita de la cámara de Madrid, para obstaculizar la regeneración social a cargo del tándem VOX-PP, e impedir la reconstrucción de los hechos en el Madrid sangriento del covid. Después de traicionar, por sus mezquinos intereses y con temeraria transgresión, la Constitución que juró respetar, se permite Vd. ahora culpar de obstruccionismo institucional a la oposición; y haciéndose pasar por defensor del orden, pretende cortarle una pata al endeble trípode que aún soporta el peso de la Ley Fundamental y la Enseña Nacional. Eliminando la protección que los 3/5 dan a la independencia judicial, y esto lo sabe toda España, conseguirá Vd., sencillamente, matar la democracia. ¿No le da vergüenza, Sr. Presidente?
- Su pregunta, Guiomar, se ha alargado demasiado, y el Sr. Presidente se ha tenido que ir a su casa... (Aplausos)
Comentarios
Publicar un comentario