"EL SANCHISME QUE NOS ESTÁ MATANDO" (Reality Show; Segunda Parte)
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Cuando la Vida habla, sobran los comentarios. |
¡Bienvenidos, una noche más, a otra edición de… “EL SANCHISME QUE NOS ESTÁ MATANDO”... ¡Muy buenas noches, queridos sanchifans... os, as, esss… pañoles todoss...! ¡Qué gozada poder compartir otra velada con ustedes!, ¡en el único programa de la parrilla nacional que llama a las cosas por su nombre! ¡Sí, señor! Nosotros seguimos llamando al pan, pan, al vino, vino, y al queso y al jamón… ¡la guitarra y el tambor!
Porque en España, con sanchisme o sin sanchisme… ¡hay madera! sí, señor, ya lo creo... ¡y falta nos hace, madre mía! Porque si bien aquí hay madera, hay también ¡muucho tomate!, ¡tomate para dar y tomar!... pena y dolor a raudales, bro... ¡qué le vamos a hacer! ¡Pues tirar palante! ¿no?... Claro que sí, apechugar con lo que venga y mirar de frente al toro, sí, señor... En este show, al menos, nos hemos propuesto no quejarnos, y, en vez de eso, levantar el dedo y hablar ALTO Y CLARO, ¡y palante como los de Alicante!
En nuestro anterior programa, diez españolitos de a pie, gente corriente como Vd. y como yo, tuvieron el gustazo de compartir un vino nada menos que ¡con el presidente del gobierno! Y ya sabemos que con un vaso y un pincho de tortilla en la mano, le cantan los españoles las cuarenta ¡al mismísimo Pedro Botero! Ese día saltaron por los aires los rating del SANCHISME... ¡Y ya estamos en el topping-two, mano a mano con Lo de Evole...!
Y así, con estas buenas vibras, conectamos en este mismo momento con nuestro enviado especial en los patios de vecinos de nuestra sufrida España…
- ¡Hola, Marcus, qué tal, ¿qué se cuece por ahí?
- Hola, Agus, … bieen… Pues por aquí, como todo este verano tan rarito, los patios de vecinos están muy mojados, aunque los termómetros estén por las nubes… Hoy estamos en La Gomera, ché, pive, de 'apagonazo', que aquí la gente ni oye, ni ve, ni se puede lavar… Pero ya se rumorea que esto lo va a arreglar muy pronto el Sanchisme… y algunos dicen que han visto a Pedro tomándose un mojito con la flamante diputada de la Coalición Canaria… sí, sí, han oído bien... que, como el presidente está veraneando ahí al lado, en la africana Agadir, se ha acercado en visita exprés a ver a 'su amiga'… Y, por lo demás, Agus, todo tranquilo, como manda la santa madre democracia… ¡Agur, Agus, cuídate mucho, majo! ¡Saludos, España!
- Pues sí, ciertamente, en nuestro país siempre pasa nada, y, sin embargo, ahí está Franky, asomando de nuevo los tornillos… y anda diciendo la peña que ha habido tongo, y que el gallego amigo del narco, ni se queda ni se va sino todo lo contrario, y que al malqueda del Dr. Sánchez le importan un comino los comicios, y sólo piensa en sus comercios… y bebercios… que si copita de cava catalán por aquí, que si finito con loncha de jabuguito por allá, y el cuscús… pa quien lo quiera… Eso dice la gente, y eso es lo que nos interesa, porque en el Sanchisme, lo que cuenta, y quien lo cuenta… ¡es usted! Por eso no escatimamos esfuerzos para que su palabra se oiga en todos los rincones del país… ¡de una, bro! Y nos ponemos al mundo por montera si de traer su voz al plató se trata… Y ¡sorpresa gorda! Nuestros sabuesos, expertos en localizar noticias bomba, que ventean todo lo que huele a ‘explosivo’, se han encontrado patrullando por la red con una exclusiva absolutamente genial… Pero antes de satisfacer su curiosidad, queremos presentarles a la persona que va a ocupar la primera mitad del programa de esta noche... Recibámoslo, pues, con un fuerte aplauso…
En nuestro anterior programa, diez españolitos de a pie, gente corriente como Vd. y como yo, tuvieron el gustazo de compartir un vino nada menos que ¡con el presidente del gobierno! Y ya sabemos que con un vaso y un pincho de tortilla en la mano, le cantan los españoles las cuarenta ¡al mismísimo Pedro Botero! Ese día saltaron por los aires los rating del SANCHISME... ¡Y ya estamos en el topping-two, mano a mano con Lo de Evole...!
Y así, con estas buenas vibras, conectamos en este mismo momento con nuestro enviado especial en los patios de vecinos de nuestra sufrida España…
- ¡Hola, Marcus, qué tal, ¿qué se cuece por ahí?
- Hola, Agus, … bieen… Pues por aquí, como todo este verano tan rarito, los patios de vecinos están muy mojados, aunque los termómetros estén por las nubes… Hoy estamos en La Gomera, ché, pive, de 'apagonazo', que aquí la gente ni oye, ni ve, ni se puede lavar… Pero ya se rumorea que esto lo va a arreglar muy pronto el Sanchisme… y algunos dicen que han visto a Pedro tomándose un mojito con la flamante diputada de la Coalición Canaria… sí, sí, han oído bien... que, como el presidente está veraneando ahí al lado, en la africana Agadir, se ha acercado en visita exprés a ver a 'su amiga'… Y, por lo demás, Agus, todo tranquilo, como manda la santa madre democracia… ¡Agur, Agus, cuídate mucho, majo! ¡Saludos, España!
- Pues sí, ciertamente, en nuestro país siempre pasa nada, y, sin embargo, ahí está Franky, asomando de nuevo los tornillos… y anda diciendo la peña que ha habido tongo, y que el gallego amigo del narco, ni se queda ni se va sino todo lo contrario, y que al malqueda del Dr. Sánchez le importan un comino los comicios, y sólo piensa en sus comercios… y bebercios… que si copita de cava catalán por aquí, que si finito con loncha de jabuguito por allá, y el cuscús… pa quien lo quiera… Eso dice la gente, y eso es lo que nos interesa, porque en el Sanchisme, lo que cuenta, y quien lo cuenta… ¡es usted! Por eso no escatimamos esfuerzos para que su palabra se oiga en todos los rincones del país… ¡de una, bro! Y nos ponemos al mundo por montera si de traer su voz al plató se trata… Y ¡sorpresa gorda! Nuestros sabuesos, expertos en localizar noticias bomba, que ventean todo lo que huele a ‘explosivo’, se han encontrado patrullando por la red con una exclusiva absolutamente genial… Pero antes de satisfacer su curiosidad, queremos presentarles a la persona que va a ocupar la primera mitad del programa de esta noche... Recibámoslo, pues, con un fuerte aplauso…
- ¡Adelante, adelante! Aquí viene nuestro héroe... humilde y cabalgando en un pollino, jejejuju… ¡es broma, es broma! ¡Bienvenido! ¡Bienvenido! (Se acercan y se dan la mano). Siéntese, por favor… sí, sí, en el sofá, por favor… Muy bien, muy bien... Como Vd. sabe, este es un programa de la gente y para la gente; un programa sin complejos y sin ataduras, en el que intentamos dar voz a la gente de la calle, y sobre todo, a los que, como Vd., logran con su esfuerzo que se les abran las puertas de las casas por el hecho de decir las cosas como son…
- Bueenoo... gracias... ¿qué más?
- Bueenoo... gracias... ¿qué más?
- Puess... tenemos al público expectante, así que, no lo hagamos esperar más... Díganos, por favor, ¿quién es Vd? ¿cuál es su nombre?
- Para empezar diré que no estoy aquí, ciertamente, porque quiera ser famoso... y que no soy ni más, ni menos, que nadie. Yo soy sólo un ciudadano entre muchos, una persona corriente y moliente, con una vida corriente y moliente. Me pueden llamar Juan, a secas, o, si acaso, porque esto a veces puede ayudar, Don Juan, que lo soy por la gracia de Dios... y tengo 59 años.
- Muy bien, Juan. Buena cosa es que la gente sencilla pueda hacerse famosa sin dejar de hacer su vida normal. Pero creo que gran parte del público aún no sabe bien con quién estamos hablando esta noche... Se dice de Vd, Juan, que se ha hecho viral, que está marcando tendencia en las redes, por contar, simplemente, lo que ve en el mundo desde sus ventanas particulares, desde su experiencia, vamos...
- Pues no sé si soy tendencia -lo de viral me suena mal- pero le aseguro que no hago nada por serlo. Otra cosa es que me interese mover la conciencia de la gente, en el sentido de despertar su capacidad de acción, su deseo de ser protagonistas en el momento que les ha tocado vivir.
- Según parece, en su opinión, la situación política de España, lo que aquí venimos llamando sanchisme, es una gran calamidad histórica, y una seria amenaza para la continuidad de la convivencia y el desarrollo pacífico del pueblo. Concretamente, dice Vd. que existe un peligro inminente de que de la noche a la mañana nos despertemos del sueño de la democracia metidos en una cárcel de cristal, ¿qué quiere decir, exactamente, con eso?
- La gente tiende a pensar que acceder a Internet es como abrir un grifo y tomar en tu casa el agua que cae del cielo, pero no es eso, ni mucho menos. Hace falta una estructura muy compleja para que esa intercomunicación tan fantástica sea posible, y todo eso tiene un precio, y un dueño. Ese propietario no nos regala nada, y si nos da acceso a 'su fuente mágica' es para que 'comamos en su mano'... Lo de la cárcel de cristal es esto, una super-estructura multimodal basada en la tecnología digital, que tiene dueño, y que ansía envolver toda nuestra vida en sus redes y después echar el cerrojo. Ya han avanzado muchisimo; y, sobre todo, tienen a su favor que el móvil, que es como la bola del presidiario a la que estamos encadenados, tiene la nota trágica de que ¡nadie quiere que se lo quiten!
- Entonces... ¿no tenemos libertad?
- Dios nos hizo libres, pero, imagínese Vd. que este mundo en que vivimos estuviese siendo observado, como a través de una bola de cristal, por un señor ambicioso, y que éste, al ver las acciones de cada uno de nosotros las favoreciese o entorpeciese según sus intereses... la libertad en ese caso sería sólo aparente, porque ese fulano que todo lo ve...
- ... El Gran Hermano...
- Sí, aunque sería mejor llamarlo el Súper-Cicuta, porque de hermano no tiene nada y de veneno lo tiene todo, y aun sin haber rematado su plan ya ha matado a muchísima gente...
- Se oye mucho hablar de distopía, de las famosas novelas del siglo pasado - Un Mundo Feliz, etc.- que anticipaban un futuro donde un grupo controlaba al mundo entero, y les daban a la gente una droga para que no se sublevaran, y cosas así; también Vd. habla de ello, aunque Vd. prefiere usar las palabras quimera, régimen digitatorial o Agenda...
- Sí, me parece de una importancia vital ser muy explícito al hablar de estas cosas...
- Ya, pero también hay muchos que se refieren a Vds. como los conspiranoicos...
- Conspiranoicos, negacionistas, ultras, antisistema... sí, usan un arsenal lingüístico, y lo amplifican hasta el paroxismo con su apabullante propaganda, para acallar toda disidencia con la propia condena popular...
- Sií... pero Vd. ha reconocido, e incluso lo ha puesto por escrito, que es un enfermo paranoico...
- Sí, soy un esquizofrénico asintomático, según ciertos médicos...
- Perdone que insista en este tema de su enfermedad, que me imagino que para Vd. será muy penoso... pero es que es una de las cosas que más llama la atención de los espectadores, y así nos lo hacen saber en sus mensajes... Porque se suele tener la idea -y confieso que yo también la tengo- de que esa enfermedad es incurable, y de que en cualquier momento puede brotar de nuevo, y puede el paciente hacer cualquier barbaridad... e incluso...
- ... cometer un asesinato...
- Pues sí... y perdóneme Vd, pues no es mi intención, en absoluto, molestarle, pero es que...
- Naturalmente, no se preocupe; sé que esa es una idea muy extendida, y que la gente que me lee, o incluso los que me tratan, no pueden apartarla del todo de sus mentes... aún cuando mi apariencia y mi discurso sean normales.
- Claro, claro, es que se trata de algo muy fuerte... un choque grande entre la idea que tenemos de la enfermedad y lo que Vd. aparenta ser... o, bueno, perdón... lo que Vd. es.
- Por más que a nivel personal me duela la incredulidad de algunos, tengo que reconocer que el prejuicio popular es normal, que está metido en la cultura, e, incluso, que se fomenta... Y además, a todo ese contexto general que ya pesa sobre mí hay que añadir una campaña particular contra mi fama... Pero también quiero dejar claro que hay personas que, con admirable sencillez, me aceptan como soy, sin hacerse problema de mi historial clínico. Aquí podríamos reivindicar el olvido sicótico, como el oncológico, aunque estamos muy lejos de que Sánchez se lo plantee... Yo he escrito el testimonio de mi curación pensando que podría ser útil para quien atravesara por un problema semejante, o incluso, para cualquiera que tenga un problema gordo, del tipo que sea... También, no pocas veces, he compartido mi experiencia de superación con gente que me voy encontrando por el camino de la vida, y, vuelvo a decirlo, hay de todo; desde el que prefiere que "no le cuente mi (difícil) vida", hasta el que me reconoce el mérito de haberme sobrepuesto a una enfermedad así.
- Tal vez no debería decirle esto, pero aquí nos llegan comentarios de la gente, y se dicen de Vd. cosas muy negativas, incluso hay quien le acusa de delitos graves.. yo lo siento, créame...
- No, no, pierda cuidado, no me descubre nada nuevo, llevo años padeciendo esa maledicencia a donde quiera que voy... personas muy virtuosas me han dicho que no saben cómo puedo aguantarlo... Y mi respuesta no es otra que remitirme a los hechos, es decir, reconocer que no tengo mérito, que he sido bendecido con la grandísima suerte de haber padecido una dura enfermedad y haber sacado de ello una valiosa lección para mi vida.
Me descompensé en Houston, en 1989, al morir mi padre tras pasar tres semanas en la UVI, estando yo solo con él. Y tras eso vinieron veinte años de tratamiento. La ayuda de los seres queridos, de la medicina (¡gracias, Drs. Campa y Goenechea!), del estado de derecho, y de la religión -que es el potenciador necesario de la ciencia- fue, junto con mi paciente colaboración, lo que me sacó adelante; y llevo catorce años muy bien, sin ayudas (salvo las espirituales). Lo que se me achaca es falso, y tiene que ver con el motivo por el que me han traído aquí... con lo de decir las cosas como son. Ese fulano del que antes hablábamos 'me la tiene jurada', y tiene 'amigos' por todas partes, que me hacen la vida imposible; y me atacan con su lengua de mil formas. Estas mentes retorcidas mezclan medias verdades con mentiras, y así logran engañar a los que 'se les ponen a tiro', aunque, afortunadamente, cada vez son menos.
- El caso es que cuando Vd. dice que le persiguen, la gente no puede evitar creer que eso es producto de su enfermedad...
- Sí, claro, eso es lo malo en mi caso, pero, como le digo, cada vez son menos los que 'tragan'... Desde luego, cualquier siquiatra serio sabe que ningún paciente sicótico con síntomas activos puede estar catorce años sin medicarse, porque mucho antes del primer año ya estaría que se subiría por las paredes...
- Realmente, oyéndole hablar, queda uno convencido... ¿por qué nos costará tanto fiarnos de lo que vemos, y, en cambio, hacemos caso de 'expertos', que muchas veces resultan ser verdaderos patanes?
- Ahí influye mucho la educación recibida; y hoy en día ésa es una parcela avasallada por el poder... el cual la usa como medio de adoctrinamiento... con lo que volvemos a Don Fulano y sus sueños quiméricos...
- Lo que salta a la vista es que Vd. tiene mucho que decir, y que no es casualidad que la gente le lea...
- Que quede claro que eso no es mérito mío; digamos que la vida nos asigna a cada uno un papel, y, a no ser que reneguemos de él, es desempeñándolo bien como mejor servimos a la sociedad, trátese de un carpintero, de un artista, o de lo que sea. Antes ya hablé de mis méritos, pero creo que dejé incompleta mi idea. Intentaba decir que en los años de mi reconstrucción personal, muy a menudo, a mis esfuerzos les seguían grandes premios, que fortalecían extraordinariamente mi esperanza. Hubo, en concreto, un tiempo en que estuve muy tentado de abandonar mi lucha, pero sucedió entonces que 'un pajarito' me desveló que el origen de mi malestar venía de aferrarme a mis esquemas mentales; y en cuanto renuncié a ellos empecé a mejorar rápidamente, ¡y hasta el inusual buen tiempo me ayudó! Este tipo de cosas, que me sucedieron por miles, me fueron haciendo más fuerte; hasta llegar al momento actual en que, por coherencia personal, y por deber moral, digo en mi blog lo que pienso, sin tapujos, y la gente se da cuenta y lo valora.
- Sí, eso está claro. Pero, aún así, sigue resultando Vd. un personaje incómodo. Por un lado nos gusta leerle, pero, por otro, las cosas que dice nos desconciertan, o, incluso, nos fastidian.
- Ya... pero es lo que hay.
- Sí, desde luego, es lo que hay, y no es poco, porque, al menos, se comparta o no, todo el mundo se da cuenta de que en sus textos hay una interpretación seria de la realidad, y además fruto de la experiencia y no de la especulación teórica; vamos... que no es usted un iluminado al uso. Usted cuenta lo que ve y vive, y eso tiene gancho, tiene ángel...
- Sí, por supuesto, aunque voy a arrimar un poco más el ascua a mi sardina, y a lo que usted ha dicho añado que, si lo que publico no fuera la hipótesis más plausible de las que se oyen, no interesaría tanto.
- Hace poco ha largado Vd., tan tranquilo, algo así como que fue Franco el que trajo la democracia a España; y que, en definitiva, no era para nada el ogro que nos pintan...
- La ministra Calvo clavó un clavito, ¡y qué clavito clavó la Calvo! Exhumándole, dejó sentado que Franco fue la mayor desgracia que vieron los siglos en España. Y acto seguido, huyó la muy innoble a su escondrijo, consciente de la fechoría que había perpetrado. Porque detrás de esa acción deleznable -indigna vejación del pueblo y patada gordísima a la Historia- está, por una parte, la afirmación de que la guerra civil no fue la reacción de un pueblo a la barbarie atea (ataque a los fundamentos mismos de la convivencia, a saber: autoridad, justicia, libertad, y religión); y en segundo lugar, y derivado de lo anterior, que la calamidad que estamos viviendo en el último lustro no es para nada la actualización de aquel intento ateo de 'matar a Dios' a todos los efectos, y de aniquilar a su Iglesia, junto con la ley natural, bases imprescindibles de una convivencia estable.
- Son muchas las cosas sorprendentes que hemos podido leer en su blog; desde relatos de espías y extorsión, pasando por denuncias en los tribunales a políticos y policías por encubrir pederastas, hasta milagros asombrosos o predicciones ajustadísimas de graves acontecimientos sociales... ¿De dónde saca todo eso?
- Voy a hacerle yo también una pregunta, y si me la contesta le diré de dónde saco todo eso. Usted dirige un programa exitoso en la televisión, dígame, por favor, el anuncio que yo hago, de que estamos en un régimen totalitario, en el que la democracia no es más que una fachada, ¿es verdad, o es un delirio de un loco?
- ¡Perfecto! ¡Muy bienn...! Trasladamos esa pregunta a nuestro público... Y ya saben ustedes, pueden seguir mandando sus wasaps al 666111666... Y nos toca hacerle sitio ahora a la información comercial... No se vayan, que enseguida estamos de vuelta con ustedes... En "El Sanchisme Que Nos Está Matando", reality show, alevoso y nocturno donde los haya... (Aplausos)
- ¡Ya estamos aquí! Gracias por la espera... Querido Juan, nos pasa la redacción dos notas: la primera dice que los índices de rating y share confirman que El Sanchisme está que se sale, y que ha vuelto a romper su techo de audiencia; y la segunda resalta que a lo largo de la entrevista se ha ido sumando gente al programa, en un porcentaje muy superior al habitual. Esto último significa que, por lo que sea, ha provocado Vd. un 'efecto llamada' inesperado, un boca a boca inusual... ¿le sorprende?
- El quid está en eso de 'por lo que sea', al que usted alude. Pero yo no entro en ello; sé que las motivaciones son diversas; unos están a favor y otros en contra, en todo caso, me alegro de que el nombre de Dios resuene en los medios.
- ¿Tiene Vd. esperanza de que volvamos a unos modos sociales más tranquilos?
- Yo miro al futuro; mi esperanza está puesta en los muchos signos de vida que me salen al paso, manifestaciones y ecos de la presencia de la Verdad última entre nosotros; evidencias de que el mundo cambia, pero la Historia la lleva, en última instancia, Alguien infalible en sus designios de bondad... el Dios-Amor.
- Es verdad que el amor sigue siendo la aspiración más genuina de la humanidad; y por más que se tuerzan las cosas, siempre resurge entre las cenizas ese rutilante Ave Amoris... ¿Ve Vd. en esto, Juan, un punto de encuentro entre todos los seres humanos?
- Sin duda, ahí radica nuestra esperanza, y los que somos religiosos ansiamos la unión final de todas las confesiones del mundo...
- ¿El Amor Universal?...
- El Amor encarnado en una persona, Alguien a quien podemos hablar, abrazar, y besar... "A Él vendrán de todas las naciones...", como profetizó Jeremías...
- Justamente, Juan, ahí quería yo llegar, porque muchos le reprochan dar una imagen piadosa de sí mismo, y ser, sin embargo, frío, o incluso despiadado, al considerar el sufrimiento de los demás... de las mujeres maltratadas, por ejemplo...
- Me alegro de que me haga esa pregunta. En primer lugar, cuando me llamaron para venir al Sanchisme, les puse como condición que no se retocaran los diálogos, porque, muy a menudo, me ha hecho sufrir la tergiversación interesada de mis palabras. A mí me educaron en el respeto cuasi sagrado a la 'Maestra Verdad'; y crecí dándome cuenta de la gran sabiduría que encerraba una pedagogía como ésa, en la que se disolvían todas las diferencias. Ese respeto, de algún modo, nos hacía a todos iguales; con esa referencia estable, todos los conflictos encontraban una vía de resolución.
A mi madre, durante la estancia en la UVI de mi padre, le dijeron que yo estaba mal, y ella, una sencilla mujer de sesenta y ocho años, que desde su luna de miel en París nunca había salido de España, cogió un avión y se plantó en Houston para auxiliarme. En cuanto puso el pie en tierra le dije que su marido había muerto la noche anterior, y no se lo creyó, aunque era cierto. Estando en el hotel, en un descuido suyo, salí a la calle y me abalancé sobre un coche... En casos de politraumatismo procede dejar al paciente en observación durante varias horas, sin sedar, y sobre una base firme, para ver si hay lesión cerebral, y para evitar el daño de órganos vitales por el desplazamiento de fragmentos óseos. Y así me dejaron; sin poder abrir los ojos por la angustia, con intensos dolores, perdido entre voces extrañas que hablaban en inglés... Y en ese suplicio, en mitad de la noche, una voz de mujer, llena de dulzura y compasión, me susurró al oído, en español, que no me preocupara, que Dios me quería, y que me iba a sacar de aquella pesadilla... Inmediatamente se calmaron mis dolores 'de muerte' y se me hizo 'la noche' mucho más llevadera. Aquella mujer era pura presencia del cielo, y muchas veces más se me manifestaría, como gracia y piedad infinitas.
Volvimos de USA, yo con mis muletas, mi madre con su pena, y mi padre en un féretro de zinc; se nos unió para consolarnos un primo mío que es un tesoro. Y pasé a vivir durante años con mis dos hermanas y mi madre. Tras unos pocos meses, logré incorporarme a mi trabajo de maestro; y me apoyé mucho en mis compañeras, que de aquella eran en el cuerpo cuatro de cada cinco. Yo estaba viviendo una época dura, y aunque tenía también buenos amigos, fue el talante hospitalario de alguna de mis amigas, junto al carteo con mi tía, lo que más me impulsó hacia mi total recuperación. Luego, al volver a la Iglesia -porque decidí darle a Dios una oportunidad- también predominaron las mujeres en los grupos de los que formé parte; de hecho, debo mi entrada en el grupo de los kikos a dos de ellas, lindísimas, que me animaron a tirar palante cuando yo estaba postrado al borde del camino. Durante diez años me arroparon -como imagen del entrañable seno de mi madre la Iglesia- muchas buenas mujeres, que me ayudaron a ir sanando mis heridas y a recobrar poco a poco la razón; y no sólo la razón, sino también la alegría, y los dones que Dios me había dado al nacer, y que mi alejamiento de Él había ido enterrando. Y cuando ese itinerario había fecundado mi vida con el amor conyugal, a los pocos meses de casado, me di de bruces con Kiko Argüello en Colonia, con motivo de la JMJ, y le dije que acababa de casarme y de dejar el Camino; y entonces él, un santo varón, me cogió cariñosamente de la barba, y me respondió: "Dios te llama a esta guerra a través de esta mujer". Y ésta -el gran regalo de Dios para mi vida- me daría pronto otra: "mi tesorito", a quien me une, en el centro de mis entrañas, una profunda emoción.
Definitivamente, no tengo nada contra las mujeres, sino todo lo contrario: siento una gran atracción hacia ellas, la cual, por amor a mi esposa, y respeto a ellas, refreno; y aparto de continuo mi mirada y mi corazón de su presencia, para ponerlo sólo en la que Dios me dio por compañera. Se le ocurrió a ésta una vez, en un trecho árido del camino, decirme que ella no era un objeto, y me salió contestarle que, de ser esa mi forma de mirarla, probablemente ya hubiera intentado cambiarla 'por otro'; y, gracias a Dios, es el día de hoy que tal cosa no ha ocurrido.
Lo que queda con el tiempo en el fondo del alma, si es que intentamos vivir de cara a la verdad, es la conciencia de la propia fragilidad, el respeto por los otros, y la convicción de que siempre es posible mejorar. Pero algunos se empeñan en negar que nuestra condición radical sea esa fragilidad, esa limitación, y revuelven sin parar para que se les haga caso. Les importa más tener razón que el bien común, y ni siquiera en las muchas ocasiones que la vida les dice que no tienen razón, se abajan a reconocerlo.
La utilización de las personas está a la orden del día, con la violencia que eso conlleva. No importa que mueran inocentes si es para que determinada idea predomine en la sociedad. No importa romper con toda la tradición pasada, con todas las culturas hasta nuestros días, negar la naturaleza de las cosas, negar que tenemos un libro de instrucciones para vivir... ¡Qué dices tú, loco! ¡El ser humano no debe tener a nadie por encima que le diga cómo son las cosas! Y la nefasta consecuencia de esta arrogancia es que termina apareciendo un Fulano que nos obliga a decir 'amén' a lo que él diga, nos guste o no.
Hay maltrato, y hay violencia, claro que sí, pero falta veracidad y voluntad para analizar las causas y soluciones. Es muy fácil alistar a la mayoría de las mujeres -y máxime en los tiempos difíciles que vivimos- bajo el sentimiento y el tópico del victimismo, agasajándolas con prebendas y privilegios; pero se les hace un flaco favor hurtándoles la verdad. Venía yo ayer escuchando en el coche un homenaje a una tal Ana Orantes -un icono de esta 'causa'- en un relato trufado de efectos especiales (emocionales) para ganarse la adhesión del oyente; un reportaje verdaderamente temerario, por su desprecio a la verdad; una fábula con pretensiones de dossier, que la ley debería perseguir. Con técnicas de anuncio publicitario, buscaba únicamente fidelizar las mentes al discurso oficial, sin ningún pudor ni rigor intelectual... Y esto es lo que rechazo, esa utilización de las personas... ¡No rechazo a las mujeres, que tontería! Son mis hermanas, iguales a mí en dignidad y derechos.
Todo el mundo sabe el rastro de dolor que dejan estas políticas -verdaderas 'cazas de brujas'- que desprecian la verdad, que desprecian, en el fondo, al ser humano en general, y a las mujeres en particular.
Los sicarios de Don Fulano diseñan artefactos (tremendamente violentos) en los medios, para manipular la conciencia de las personas; y nunca por el bien de éstas, tal como dicen; porque, entre otras cosas, si buscaran ese bien ya hace mucho tiempo que nos habrían dado la Ley Orgánica de Información, que aún no existe; y ya hace tiempo que habrían dejado de torpedear la educación, y estarían buscando el consenso para dotar al país de un sistema que buscase verdaderamente la excelencia.
En definitiva, queridos amigos, la gran calamidad que nos aflige es que está Doña Mentira exigiendo que le hagamos reverencias en las plazas, y al mismo tiempo se asfixian las iniciativas que buscan debatir con sosiego los muchos problemas que tenemos. Y todo lo que se hace hoy para que brille la verdad, es con un esfuerzo heroico; como el que vosotros hacéis trayendo a vuestro programa a gente que se atreve a pensar con libertad, y a expresarlo en público. Mucho me temo que no faltará quien os diga aquello de "Yo nunca pertenecería a un club que admitiera a tipos como yo..."; o como yo... En fin, amigos, sea como sea, si se tercia, no dejéis de llamarme para otro programa de "El sanchisme que nos está matando"... Aunque lo mejor sería que no hiciera falta, ¿verdad?... ¡Ojalá se acabe el sanchisme en un mes, y no tenga segunda parte! ¿No te parece, Agus?
- Por supuesto, Juan. Muchas gracias, Juan. ¡Que Dios te bendiga!
(Aplausos)
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