NOCHE CLARA COMO EL DÍA

 

En el salmo 139 hay una promesa que se recuerda en la noche de Pascua:
las tinieblas se hacen luz. Amén.

Doy gracias a Dios por fiarse de mí. Aun cuando me reconozco profundamente pecador, Él

sabe bien que quiero mejorar, y por eso se me muestra muy cercano en todo lo que hago. Esa

cercanía me da fuerzas para seguir adelante, y para ser testigo de su verdad en medio del mundo.

Hoy tengo que contar, con gran dolor en el alma y porque el amor me obliga, un triste suceso.

En mi último artículo comenté cómo de un día para otro habíamos pasado de estar atisbando un cambio de gobierno a no verlo por ninguna parte, de la imagen de un gobierno corrupto a la de uno magnánimo.

El martes 29 pasado supimos que estaba lloviendo mucho en Valencia, y el miércoles se nos informó de que las lluvias tenían proporciones de catástrofe. En todos los diarios aparecían fotos con detalles del funesto temporal. Y desde entonces hasta hoy, un total de diez días completos, no se ha hablado de otra cosa en todo el país; ni siquiera el sonoro triunfo de Trump ha menoscabado esa intensidad informativa. 

Acostumbrados, como estamos, a engullir noticias, el hecho de que ésta esté durando tanto tiempo en pantalla es ya de por sí un hecho llamativo; y más tarde volveré a él. Pero estamos acostumbrados también a las mentiras de los medios, y, al menos en mi caso, a examinarlos con lupa para no caer en algún engaño. Y esa es la razón por la que, el miércoles 30, mi mirada se quedó clavada en una imagen sorprendente: una calle estrecha colmada de coches que se agolpaban unos sobre otros, haciendo pensar que la violencia de la riada los había colocado así. Como apenas hacía unas horas que nos habíamos enterado de la que estaba cayendo en Valencia, aquella imagen me sacudió, y se me grabó en la retina, por no poder yo dar crédito a lo que mostraba; pero como la inquietud ha pasado a formar parte de nuestro modo de vivir, aquel día transcurrió finalmente como uno más aquí en Toledo, donde también llovió lo suyo; y el siguiente igual.

No obstante, al llegar el fin de semana, por tener más tiempo libre, volví a examinar aquella foto de prensa, que se había propagado muchísimo en todos los medios. También ojeé el artículo que la acompañaba en el ABC, por tener la firma de José Ramón Navarro Pareja, que junto a Juan Manuel De Prada, suscita mi interés muy por encima del resto de plumillas. 

Hice algunas averiguaciones, a las que estoy acostumbrado, y hallé que la foto de marras representaba un hecho imposible: los coches aparecen como empujados por el agua desde el mar hacia la tierra.

c/ Gómez Ferrer 48, edificio Sedaví; su pequeño soportal se ve al lado del cubo naranja; al fondo está el oriente, y el mar.

Que Sánchez estuviese arrinconado antes de la Dana, y que ahora se esté reivindicando de nuevo como salvador de la patria, encaja con la malicia que estoy comentando. Su antecesor en el cargo y amigo, Zapatero, llegó a la Moncloa apoyado en una remesa como ésta: ciento noventa y tres personas fallecidas de muerte violenta.

Es obvio que estamos ante un suceso negro de la vida política nacional. Sin embargo, tenemos que felicitarnos porque un simple ciudadano de a pie, como yo, pueda estar dándolo a conocer tranquilamente; lo cual es todo un síntoma de buena salud democrática.

El sábado 26 pasado terminaron las deliberaciones del no-sínodo en Roma; y creo que fue José Ramón quien cubrió la noticia para el ABC. Muchos esperábamos un gran eco mediático de las conclusiones, y, sin embargo, a día de hoy, dos semanas después, los ciento cincuenta y tres puntos debatidos por los 368 congregados permanecen inéditos para los católicos de lengua hispana. Por eso me dolió doblemente que esta foto falsa estuviera acompañada por un texto lleno de emoción y sentimiento de Navarro Pareja...

Su nombre al lado de este fraude hace evidente que la verdad está lejos de quienes propugnan una religión adaptativa; lejos también de los medios dizque conservadores; lejos de los partidos de ese mismo signo; y muy lejos, sobre todo, del Gobierno, su partido y su líder. Buenas tardes nos dé Dios.