MIMOSÍN
Gracias, señor Presidente, por venir a mi ciudad... de incógnito. Que Dios se lo pague. El que hizo de la novena economía del mundo un país viviendo de subsidios, Sánchez, ha estado este fin de semana en Toledo; increíble pero cierto. Nadie le vio llegar ni partir; no se le vio por las calles ni se apreció movimiento policial alguno; como una sombra fugitiva pasó por la Ciudad Imperial el mayor traidor a la patria de nuestra historia. Es obvio que tiene los días contados un líder que teme a su gente; y si sigue adelante es porque acaricia, en su ego inflamado, colgarse la medalla de haber maniatado, él solito, al noble y altivo pueblo español. Vino escoltándole la hechicera de la que piensa valerse para lograr esa desquiciada gesta, la ministra de vivienda, la encargada de clavar la lanza en los mermados ahorros del esforzado ciudadano medio español. Antes había mandado a un embajador, embustero como él solo, o como él mismo; uno que decía del evento anunciado todo lo...